La naturaleza nos brinda una variedad de tesoros que pueden mejorar nuestra belleza y bienestar. Uno de estos tesoros es la caléndula, una planta que ha ganado popularidad en el mundo de la salud y la belleza debido a sus numerosos beneficios.

 

Beneficios de la caléndula

La caléndula, científicamente conocida como Calendula officinalis, es una planta herbácea que pertenece a la familia de las margaritas y se usa en diversas formas en el ámbito de la salud y la belleza.

  • Cuidado de la piel: la caléndula se encuentra comúnmente en cremas y otros productos destinados al cuidado de la piel, sobre todo la sensible. Estos productos son ideales para tratar irritaciones menores, quemaduras solares, rozaduras e incluso picaduras de insectos. La caléndula es rica en flavonoides y antioxidantes que protegen la piel del daño causado por los radicales libres y ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro. Además, ayuda a hidratar la piel y le aporta luminosidad.
  • Cuidado del cabello: la caléndula también se encuentra en champús y acondicionadores que ayudan a calmar el cuero cabelludo irritado y a mantener el cabello suave y sedoso.
  • Cicatrización de heridas: debido a sus propiedades cicatrizantes, la caléndula es un excelente aliado en la cura de heridas leves, como cortes y raspaduras. Los extractos de caléndula se han utilizado tradicionalmente para ayudar en la cicatrización de heridas. Sus propiedades regenerativas pueden favorecer la formación de tejido nuevo y reducir la apariencia de cicatrices.
  • Tratamiento del acné: sus propiedades antiinflamatorias, no solo ayudan con quemaduras solares y picaduras de insectos, sino que también es útil en la reducción de la inflamación causada por el acné.

 

Otros usos de la caléndula

En farmacias y tiendas de productos naturales puedes encontrar productos con caléndula de los que, probablemente, nunca hayas oído hablar:

  • Té de caléndula: puedes preparar té de caléndula utilizando las flores secas. Agrega aproximadamente una cucharadita de flores secas a una taza de agua caliente y deja reposar durante unos 10 minutos antes de colar y beber. Este té se ha utilizado tradicionalmente para problemas digestivos y, de paso, beneficiar la salud de la piel desde el interior.
  • Aceite de caléndula: este aceite se puede usar externamente para masajes o para aplicar en la piel. Sin embargo, en algunos casos, también se puede ingerir en pequeñas cantidades como suplemento. Asegúrate de que el aceite esté etiquetado como apto para consumo interno y sigue las recomendaciones de dosificación.
  • Suplementos de caléndula: pueden encontrarse suplementos en forma de cápsulas que contienen extracto de caléndula. Si estás considerando tomar suplementos, es aconsejable hablar primero con un profesional de la salud para asegurarte de que sea adecuado para tu situación y salud general.
  • Tintura de caléndula: una tintura es una forma líquida concentrada de una hierba. Puedes encontrar tinturas de caléndula en tiendas de alimentos naturales o preparar la tuya propia. Sigue las instrucciones del producto o las indicaciones de un herbolario.

Aunque la caléndula es generalmente segura para su uso externo, es importante tener en cuenta algunas contraindicaciones. Se debe evitar el uso de productos que contienen caléndula si se tiene alergia a las plantas de la familia Asteraceae. Además, no se recomienda su consumo oral durante el embarazo y la lactancia, así como en niños pequeños, a menos que sea bajo supervisión médica.